En cuanto los/las clientes se han convertido en “veteranos” ya saben como defender su dignidad. Ya fueron sometidos a múltiples exámenes psicológicos, se les ha preguntado sobre todos los aspectos íntimos de su vida, han rellenado fichas de alta y de baja, interpretado manchas de tinta, inventado historias a partir de dibujos y han sido visitado por diferentes médicos, psicólogos y terapeutas. A muchos de estos “casos imposibles” les han recetado diversos medicamentos, algunos con desagradables efectos secundarios, han sido hospitalizados, dados de alta y readmitidos tiempo después.

El hecho de que sigan acudiendo a terapia después de todo, dice mucho acerca de su admirable fuerza o esperanza.

En los informes con que llegan a mi consulta, resulta difícil encontrar algo respetuoso o amable y no suelo encontrar mención alguna a algún aspecto positivo del cliente. Normalmente me llegan con la clasificación de “caso fracasado”, “caso crónico, sin esperanza” y siempre se adjudica la responsabilidad del fracaso al cliente: El paciente no coopera.

Cuando estas personas conocen en qué consiste el MT-E, se sienten más cómodas y se relajan porque ven respetada su dignidad ya que el MT-E, respeta y explora sus recursos personales y sus ideas respecto a lo que les ocurre y a como piensan que podrían solucionar sus problemas. Es decir, su propia “teoría de cambio”.

Para empezar, atiendo a personas y no a casos clínicos. Desde el MT-E considero al cliente como alguien competente, sano y capaz. También, reconozco la importancia de los recursos e ideas del cliente para obtener resultados satisfactorios y por último dado que el MT-E es un entrenamiento terapéutico, la participación del cliente es clave.

En verdad, el cliente es el héroe en <<el drama de la terapia>>. No existen grandes terapeutas, solo grandes clientes y profesionales que trabajan codo con codo.

La particularidad del MT-E, es que no aplicamos una terapia al cliente. Se trata de un intercambio interpersonal cuya esencia recae sobre la calidad de la participación del cliente. Es decir, en su rigurosidad y constancia en el entrenamiento que le proponemos.

El MT-E, Mindfulness Terapéutico Equilibrium, dispone de un plan, de una estructura y protocolo de actuación, validado por sus resultados satisfactorios, por lo que tenemos una buena expectativa de éxito, basada en tres pilares: el protocolo terapéutico (ver programa), la plena confianza de la teoría de cambio del cliente y en mi inagotable fe en la alianza terapéutica.

En el MT-E, no se entrevista a los clientes, sino que conversamos. Entrevistar implica que se le hace algo al cliente como si no se contara con él. Denota que un experto recoge información íntima con el propósito de evaluar, clasificar y/o diagnosticar.

Sin embargo, una conversación es, por otro lado, un intercambio oral de sentimientos, observaciones, opiniones e ideas y será ésta la que predisponga al cliente para la participación en el proceso de explorar conjuntamente su marco de referencia, es decir, su mundo y su visión de su mundo.

El objetivo de la conversación es atender a los objetivos, esperanzas y deseos del cliente frente a la terapia. La información más importante puede ser simplemente, qué desea el cliente del tratamiento.                                                 Al tratarse de un entrenamiento terapéutico, el MT-E, facilita medios y recursos para que el cliente aprenda a gestionar su adversidad conforme va madurando su propia “teoría de cambio”, qué es la que le va a permitir resolver sus problemas y liberarle de la confusión del miedo y de sus causas.                                                                                       

El MT-E, es un proceso terapéutico que se realiza en 8 sesiones a razón de una sesión semanal de 90 minutos. Se basa en la observación de los propios recursos de cada cliente y en la practica de la meditación terapéutica.       

En este proceso el/la cliente cuenta con diferentes orientaciones teóricas y con una estructura de diferentes prácticas meditativas que podrá realizar hasta el próximo encuentro.

Son muchos los casos imposibles, ya que se les considera imposibles porque no han mejorado, sin embargo, la responsabilidad no es solo del cliente, ya que quizás no haya nada peor para una terapia que un terapeuta que insiste en una explicación o tratamiento que ya se ha revelado como ineficaz.                                                                                 La experiencia clínica me muestra que el MT-E, esta siendo un proceso terapéutico efectivo en casos imposibles como: las recidivas depresivas, los cuadros obsesivos, el dolor crónico, los cuadros limites de personalidad, la ansiedad recurrente, la hipocondría, los duelos inacabados y permanentes y algunos otros que en realidad no pertenecen a ninguna clasificación psicológica.

Para más información conoce su programa, pide una cita y conversemos.

Un saludo.